miércoles, 30 de marzo de 2016

Palabra para el 2016: Renacer

Ufff... cuánto tiempo sin escribir por aquí !qué pena de blog! Pero bueno, hay momentos en la vida en los que todo se complica bastante y en este caso me toca escribir una entrada de esas que te revuelve el estómago y te deja mal sabor de boca, pero que es necesaria para poner punto y aparte. 

Muchos saben que comencé a hacer humildemente scrapbooking en el año 2009 gracias a una buena amiga. Y desde entonces mucha gente conocí, muchos malos y buenos rollos hubo y mucho aprendí. 

En 2011 por petición popular comencé a dar mis primeros talleres, nunca olvidaré a esas personas que con tanta ilusión venían a mi casa a aprender, a charlar y a pasar el rato. Muchas de ellas pasaron de largo, a otras les tengo especial cariño, pero un grupito de esos que se cuentan con una mano se convirtieron en esenciales. 

En 2012 nació mi primeriza y desde entonces crecimos el scrap, mi familia y yo. Con mucho esfuerzo conciliaba maternidad y talleres, quitè tiempo a mi familia para aprender, publicitarme, diseñar talleres... todo ello con mucho sacrificio e ilusión. Construí una marca y me inventé un empleo. Yo sola, sin que nadie me regalase nada.

El 2014 fue un grandísimo año en lo que a scrap se refiere, muchos proyectos, talleres y Equipos de Diseño. Me sentí muy valorada, aunque también fue el año en el que más malos rollos hubo.

Nunca he tenido más expectativas que la de compartir lo que me gusta y mal-vivir enseñando mi hobbie. Pero llega el 2015 y me quedo embarazada otra vez y !zasca! mi segunda nace en febrero (y no en junio, cosa que hubiese evitado todo lo que iba a ocurrir) y claro, tengo que parar los talleres y que alguien me sustituya. Y aquí comienzan los miedos... ¿se olvidarán de mi? ¿me quedaré sin talleres? Pues si... !ya creo que si! No todo el mundo claro, siempre hay personas excepcionales que siguen apoyándome y que no dan crédito a lo que ha pasado. Pero lo peor son las enormes decepciones... uff... Siempre lo he dado todo, lo he enseñado todo y entiendo que no puedo caerle bien a todo el mundo, pero no sabía lo poquito que importan las personas, ni sabía que se olvidara tan rápido. 

Así que después de pasarme el postparto llorando, intentando entender, equilibrando las prioridades... toca renacer... y entender muchas cosas... que vale más un abrazo de mi niña que un halago... qué las personas olvidan rápido cuando interviene su propio interés... que quien bien me quiere seguirá mi lado... que debo volver  a retomar la ilusión y humildad del principio y comenzar de nuevo... que no debo estar donde no estén agusto conmigo...

Así que a partir de ahora llegan nuevos rumbos y ya iré poniendo (para quien le interese) la relación de talleres y tiendas que siguen confiando en mi. Soy feliz, mi familia me hace sentirme afortunada, mis alumnas me hacen reir y seguir superándome y el futuro no lo sé... pero creo y confío que el karma lo pondrá todo el su sitio :)